La importancia del buen desempeño de las relaciones internacionales en el desarrollo, político, comercial, cultural a nivel mundial es primordial hoy día para el logro del desarrollo integral de las naciones. No hay una sola nación que pueda considerarse autosuficiente así misma y que no necesite del concurso y apoyo de los demás países, aun las naciones más ricas necesitan recursos de los cuales carecen y que por medio de las negociaciones y acuerdos mundiales suplen sus necesidades y carencias en otras zonas. Partiendo de esto, nos encontramos con lo que es el comercio internacional y es necesario definirlo; un intercambio de bienes económicos que se efectúa entre los habitantes de dos o más naciones, de tal manera, que se dé origen a salidas de mercancía de un país (exportaciones) entradas de mercancías (importaciones) procedentes de otros países. Los datos demuestran que existe una relación estadística indudable entre un comercio más libre y el crecimiento económico.
El gobierno venezolano, desde su instauración hace ya más de una década, siempre ha estado en la constante búsqueda de la integración de los países que conforman la América Latina Caribeña. Desde sus inicios, han procedido de acuerdo a la premisa de que los países pertenecientes a estas regiones deben unirse para confrontar conjuntamente, los desafíos del presente y del futuro. A través de los Tratados de Libre Comercio, proyectos y acuerdos entre los países, se plantea la búsqueda de un desarrollo sostenible, aprovechando las potencialidades de cada uno y atendiendo las necesidades sociales de mayor urgencia para la población.
Es por esto, que se hace imperante la necesidad de crear entre los países de la región, convenios que permitan la anteriormente mencionada integración, y por supuesto la ayuda entre las naciones, fortaleciendo así tanto lazos de hermandad como económicos que permitan el desarrollo integral de las naciones beneficiadas con dichos tratados. Estos acuerdos van desde intercambios agrícolas, energéticos, petroleros, hasta acuerdos de integración en cuanto a medicina social se refiere. Todos estos tópicos relacionados con estos proyectos de integración, serán tratados a fondo a lo largo de esta entrada de blog.
El Intercambio Comercial entre Venezuela y Nicaragua registró un promedio anual de USD 167 millones entre los años 2000 y 2009. En general, el comercio entre ambas naciones se ha caracterizado por presentar fluctuaciones orientadas hacia un crecimiento entre 2000 y 2009. En sus primeros años (2000 - 2003), las cifras transadas muestran ligeras fluctuaciones que rondan los USD 125 millones. Posteriormente, se observó una abrupta caída en los valores transados entre ambas naciones, siendo 2007 el piso de esta tendencia y año cuando se registra la cifra mínima de todo el periodo estudiado. No obstante para el año siguiente (2008), los valores invierten radicalmente la tendencia del año anterior al registrar la cifra máxima en las relaciones comerciales entre Venezuela y Nicaragua en los años analizados.
Durante el periodo estudiado (2000 - 2009), las exportaciones venezolanas hacia Nicaragua registraron un promedio anual de 160 millones de dólares. En general, las ventas de bienes venezolanos hacia ese destino se han caracterizado por presentar una conducta que guarda gran similitud con la registrada en el intercambio comercial, esta semejanza obedece a la alta participación de las exportaciones en las relaciones comerciales de ambos países (96%) y su superioridad con respecto a los valores importados desde Nicaragua (2%). En relación a los principales sectores exportados por nuestra nación entre los años 2004 al 2009, se destacan: Productos minerales (99,7%), productos químicos (0,09%), entre otros con menor participación. En lo que respecta a los principales productos exportados por nuestra nación hacia Nicaragua entre los años 2004 y 2009, se destacan: Aceites crudos de petróleo (97%), urea (1%), herbicidas, inhibidores de germinación y reguladores del crecimiento de plantas (0,4%), entre otros.
Durante el periodo 2000 - 2009, las compras de bienes provenientes desde Nicaragua se caracterizaron por presentan una tendencia cambiante, donde los valores inician un lento ascenso en 2000 que continua los años siguientes (2001 y 2002), hasta verse interrumpidos por una ligera caída en 2003, cuando las cifras disminuyen en un -70% en relación al año anterior. No obstante, la tendencia creciente continúa para el resto de los años (2004 al 2009), siendo el ultimo año el que registra la cifra máxima de todo el periodo estudiado (USD 37 millones). En lo que respecta a los principales sectores correspondientes a las importaciones venezolanas desde Nicaragua entre los años 2004 y 2009, se destacan: Agrícola y Vegetal (83%), industrias alimenticias (13%), material eléctrico (3%), manufacturas diversas (1%), material de transporte (1%), papel y cartón (0,4%).
Respecto a los principales productos importados se observa que la carne de bovinos deshuesada, fresca o refrigerada se ubica en el primer lugar al abarcar el 43% de participación promedio entre los años 2004 al 2009, posteriormente se encuentran: los demás bovinos vivos (15%), azúcar de caña en bruto sin aromatizar ni colorear, en estado sólido (13%), cacahuates o maníes, crudos, sin cáscara, incluso quebrantados (10%), carne de bovinos deshuesada, congelada (8%), leche en polvo, sin azucarar ni edulcorar de otro modo (3%).
En el año 2006, la Misión Milagro, proyecto cubano-venezolano de atención oftalmológica gratuita a pacientes pobres de toda América Latina, llegó a Nicaragua para beneficiar a cientos de personas esperanzadas en recuperar la visión. De acuerdo con el embajador de Venezuela en Nicaragua para aquel entonces, los primeros 100 pacientes nicaragüenses partirían a finales del mes de marzo hacia Caracas para ser operados principalmente de cataratas y terigio o carnosidad en los ojos. La Misión Milagro forma parte de un convenio internacional entre los gobiernos de Cuba y Venezuela, para restaurar la visión a seis millones de enfermos en un lapso de 10 años. En la distribución, Venezuela se ofreció a atender a los pacientes nicaragüenses.
Para combatir la crisis energética que afectó a todos los países del mundo, los Gobiernos de Nicaragua y Venezuela firmaron en el año 2007 un amplio convenio de cooperación, a través del cual Caracas invirtió 430 millones de dólares, distribuidos en distintas áreas económicas y sociales. De esta cantidad, 340 millones correspondieron al sector energético, en el que Nicaragua sufrió graves deficiencias. El ministro venezolano de Agricultura y Tierra para aquel entonces, Elías Jaua, reveló estas cifras al concluir la primera comisión mixta intergubernamental para profundizar los acuerdos suscritos entre ambas naciones el pasado 11 de enero de 2007 en Managua.
El convenio contempló el destino de 340 millones de dólares al suministro de petróleo venezolano a Nicaragua, así como la entrega de plantas de generación eléctrica que producirían los 120 megavatios que se necesitaban para cubrir el déficit de energía. Además, se otorgaron al Gobierno del Presidente Ortega 90 millones de dólares para programas de desarrollo de salud y educación, entre los que resaltó una donación de 10 millones para “garantizar la gratuidad a la educación y la salud de la población nicaragüense, especialmente la de escasos recursos”. En Nicaragua, con cerca de cinco millones de habitantes, más del 60% de su población es pobre, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Venezuela otorgó también a la nación centroamericana 400.000 tratamientos retrovirales para pacientes que padezcan sida, 100.000 vacunas contra la hepatitis B y cupos para intervenir quirúrgicamente a menores de edad con dolencias cardiacas. Entre otras cosas, el convenio estipulaba la entrega de fertilizantes y maquinaria agrícola. A cambio, Nicaragua venderá a Venezuela frijol negro, carne de ganado vacuno y eventualmente exportará reses.
Los ministros de energía de ambos países para aquella fecha: Elías Jaua y Emilio Rappacioli, confirmaron que técnicos venezolanos iniciaron estudios topográficos donde se instalaría una refinería de petróleo que tendría un coste de 2.500 millones de dólares, que serían invertidos por Venezuela. La construcción de la refinería duraría cuatro años y formó parte del acuerdo que firmaron los presidentes Ortega y Chávez en enero de 2007.
Para el año 2008, Venezuela y Nicaragua firmaron 4 convenios bilaterales en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Los cuatros acuerdos están relacionados con seguridad alimentaria; protección, asistencia y resguardo de niñas, niños y adolescentes; así como una carta de intención para el desarrollo de proyectos en el área forestal y un instrumento similar para ejecutar proyectos mineros.
El Jefe de Estado nicaragüense aseguró que su país se encontraba en la mayor y mejor disposición de hacer llegar lo más pronto posible, los productos agropecuarios a tierras venezolanas. Destacó el envío de 8 mil 500 toneladas de frijoles, 11 mil toneladas de más y 500 toneladas mensuales de carne de res hacia Venezuela, entre otros alimentos.
Además, se firmó una carta de intención para el desarrollo de proyectos en el área forestal y la realización de estudios de factibilidad para el desarrollo en este ámbito.
Actualmente la relación de intercambio comercial Venezuela – Nicaragua, se enmarca en el Acuerdo de Alcance Parcial - AAP. A25TM Nº 25 con base en el Tratado de Montevideo, donde de manera unilateral, Venezuela otorga preferencias arancelarias a más de 300 productos de origen nicaragüense. Los acuerdos comerciales entre Venezuela y Nicaragua son de suma importancia para ambas regiones, puesto que existen convenios en donde se envía desde el principal producto de exportación venezolana (petróleo e hidrocarburos), hasta los que no pertenecen a ese rubro, como lo son la agricultura, productos minerales, productos químicos y en un sentido más amplio, educación y salud.
De esta manera, la integración entre los países de la región latinoamericana y del Caribe, se convierte en una realidad. El apoyo brindado entre ambas naciones (Venezuela y Nicaragua), propicia un buen clima para las relaciones entre los 2 países, que a futuro y siempre y cuando se respeten los estatutos consagrados en cada uno de los convenios tanto unilaterales como bilaterales, podrán seguir intercambiando estos recursos, que ayudan a cada país a mantener ese desarrollo integral que es necesario obtener en la región latinoamericana.